El socialismo en el Perú es un difícil
encuentro entre el pasado y el futuro. Este es un país antiguo. Es necesario
redescubrir las tradiciones más lejanas, pero para encontrarlas hay que pensar
desde del futuro. No repetirlas. Al contrario. Encontrar nuevos caminos. Perder
el temor al futuro. Renovar el estilo de pensar y actuar. Lo que resulta quizá
imposible sin una ruptura con esos izquierdistas excesivamente ansiosos del
poder, apenas interesados en lo que realmente sucede.
Alberto FLORES GALINDO[1]
I
Se dice que peruanista es
aquella persona que sin ser oriunda del Perú, tiene una especial y probada
admiración por su cultura. Así tenemos muchos destacados intelectuales que, sin
ser peruanos, han contribuido a un mejor conocimiento de nuestra compleja
realidad y sus más ricas expresiones culturales. Dentro de ellos, desde la
década del 70, pasando por los momentos más críticos de nuestra historia, las
décadas del 80 y del 90[2], Roland Forgues, continúa
su trabajo de estudioso, riguroso y apasionado, de las principales expresiones
de la literatura y el pensamiento social peruano.
Sus mayores contribuciones,
desde mi punto de vista, el de un sociólogo con estudios de ciencia política,
descontados sus trabajos sobre la poesía y narrativa peruana, rescatando lo que
en este campo han hecho escritores de provincias, hombres y mujeres, son sus
estudios sobre José María Arguedas y José Carlos Mariátegui, dos de los tres pensadores
más importantes del siglo XX en el Perú. El tercero es, sin duda Cesar Vallejo,
sobre el cual también ha escrito Roland Forgues[3].
Por ello, ha merecido el
reconocimiento del mundo académico que sigue con expectativa el análisis, siempre crítico e innovador, que
viene haciendo de otros destacados personajes de nuestra literatura como en el
caso, entre otros, de Mario Vargas Llosa. Sin embargo, su peruanismo, no reside
solamente en el hecho de haberse ocupado y seguir estudiando, con especial
rigor y la mayor objetividad posible, las obras o el pensamiento que fluye del
examen de los escritores más representativos de las diversas expresiones de la
cultura y la sociedad peruana, incluido su valioso pensamiento social.
Su peruanismo tiene mucho
que ver con el modo como a través de estos estudios, promociona el análisis y
el debate de la rica vena literaria del Perú, pero también de los problemas centrales
de la sociedad peruana, de sus personajes y actores sociales, en diferentes
momentos de su historia y por supuesto en la actualidad.
En esto último cabe destacar
su especial destreza para entrevistar a personajes del mundo académico y
político del país penetrando en el espíritu de las tendencias que representan
el gran espectro social y político del país[4]. La vieja y nueva izquierda,
los políticos en sus diversas vertientes, incluidos los diversos matices de la
derecha y la izquierda pasando por los que se ubican en el centro.
En efecto, tomando como base
la violencia que, sobre todo en las décadas del 80 y 90 azotó el país, junto
con la más grave crisis económica y moral nunca vista en el país, pudo obtener las
distintas visiones que se tenía sobre la violencia, el terrorismo, la violación
de los derechos humanos, el papel de los diversos partidos políticos, la suerte
de los campesinos –los más golpeados- etc. y lo que, extraído de lo más
profundo de sus almas, planteaban los sectores de izquierda y derecha sobre el
futuro del país.
En ese trabajo y en otros
igualmente importantes[5] nos demuestra un
peruanismo que no se queda en la admiración y el estudio de la cultura y la
realidad peruana. Su peruanismo es una búsqueda permanente de un camino que
deje atrás los bloqueos que impiden una alternativa democrática, a la vez
socialista, a los graves problemas del país en un escenario político dominado
por el capitalismo salvaje, léase neoliberalismo, frente al derrumbe del
socialismo real.
En este sentido su
peruanismo no es ecléctico y lo confiesa. Si bien lo había impresionado
tempranamente la poesía de Vallejo y, asimismo, la forma en que Arguedas recrea
el mundo tradicional, mágico y religioso de los pueblos andinos, labrando su
vocación peruanista, lo que va a guiar y dar sentido a su trabajo es lo que
leyó de Mariátegui en medio de la revolución de mayo de 1968 en Francia.
En efecto, rememorando, las
consignas y cánticos de ese movimiento del que participó, Roland Forgues afirma
que lo sedujeron e hizo suyas “estas palabras que José Carlos Mariátegui ponía
de realce en la “Advertencia” de sus Siete
Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”:
Otra vez repito que no soy un crítico
imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de lis ideales, de mis sentimientos,
de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la
creación del socialismo peruano. Estoy lo más lejos posible de la técnica
profesoral y del espíritu universitario[6].
Así, siguiendo la tradición
histórica de la revolución francesa y el espíritu del socialismo representado
por el Amauta, su examen o estudio de la cultura peruana, de su especial y
compleja diversidad, lo conduce a plantear la necesidad de renovar no solo la
democracia, sino también el espíritu del socialismo, único modo de lograr unas
sociedad igualitaria que, unida dentro de la diversidad y pluralidad cultural, asimile
los derechos y libertades individuales y colectivas ya conquistadas
universalmente.
II
En síntesis, lo que quiero
decir es que el peruanismo de Roland Forgues no reside solamente en haberse
ocupado con especial interés al estudio de lo más representativo de nuestra
literatura y pensamiento social, sino que; impresionado por la obra poética de
Vallejo, influenciado por la especial narrativa de Arguedas y seducido por la
dialéctica de Mariátegui, convirtió todo ello en una forma de enfocar y
descifrar lo que hay detrás de la obra poética y narrativa del Perú, de la
riqueza de su pensamiento social, incorporando una visión renovada del marxismo
que tiene su origen en el pensamiento
del Amauta.
No creo equivocarme, cuando
al revisar algunos de sus trabajos, sobre todo los más asociados a lo social,
no falta una poesía o la referencia a algún narrador[7], cuestión que se asemeja
mucho al trabajo de Arguedas[8] y que le permite sacar a
la luz, tras las intrincadas relaciones sociales, las ricas manifestaciones del
espíritu individual y colectivo que encierra toda cultura. ¿Cómo conocer el
mundo andino, el amazónico, el afroperuano, el llamado criollo, si no tratamos
de comprender lo que nos transmiten sus canciones, sus poemas, su narrativa,
sus tradiciones y costumbres?
Es gracias o en virtud de
esta visión dialéctica, renovada bajo la influencia de José Carlos Mariátegui,
que Roland Forgues ha logrado aportar al mejor conocimiento de la obra literaria del país en sus distintas y ricas
vertientes, entregándonos, a su vez, una visión completa y renovada de la
narrativa y, sin duda también, un conocimiento innovador que dentro del
marxismo indoamericano, ajeno al dogmatismo y a los restos del positivismo,
contribuye a retomar esa vía por la cual el socialismo en el Perú “no puede ser
ni calco ni copia”[9].
Esto creo es otro elemento
fundamental de su peruanismo y un aporte creativo para estudiar
dialécticamente, bajo un marxismo renovado, nuestra realidad, recreando, a su
vez, la utopía socialista de Mariátegui, “más cerca de la realidad de hoy,
menos ideologizada”[10].
Estoy convencido –dice Roland Forgues-
de que más allá de sus invalorables e
irrenunciables aportes al análisis de la realidad peruana y latinoamericana,
Mariátegui constituye también a escala mundial el mejor antídoto contra el
desencanto y la frustración que nos han traído los sucesos de Europa del Este;
ya la relectura de su obra premonitoria, tal vez nos ofrezca la última gran
oportunidad histórica de reactivar la idea de la construcción de un socialismo
humanista y democrático, única muralla contra la exclusión, la tentación
nacionalista o totalitaria, la aventura populista o fascista[11].
III
Al reconocer el particular
peruanismo que distingue a Roland Forgues, no puedo omitir el hecho de que su
trabajo, estrechamente vinculado al esfuerzo que ha hecho por conocer la
literatura y cultura hispanoamericana, ha tratado de encontrar aquellas
cuestiones que, históricamente, vinculan a los pueblos de esta parte del mundo[12], en especial lo que
denomina como encuentros y desencuentros entre occidente, el mundo europeo, y
los pueblos de lo que hoy se conoce como Hispanoamérica.
En ese trabajo y otro, cuyo
título no recuerdo[13], destaca cómo, después de
la conquista e inclusive de los procesos independentistas, no ha logrado
superarse el enfrentamiento y las relaciones de dominio entre quienes
representan la cultura occidental, capitalista y quienes tratando de preservar
su cultura libran una constante lucha por no ser ajenos a la construcción de
una nación donde las diferencias culturales no constituyan sinónimo de
discriminación, de desigualdad o exclusión como ocurre en el caso peruano con
las comunidades andinas y las comunidades nativas de la selva.
En el análisis de esta
problemática, estudiando a Arguedas y Mariátegui, Roland Forgues pone especial
énfasis en la tesis del mestizaje cultural según la cual el encuentro entre lo
occidental- capitalista y la cultura indígena debe dar lugar a una fusión en la
que aprovechando ambas culturas sus saberes y valores puedan finalmente
unificarse, en condiciones de igualdad y, sin pérdida de su identidad, en una
sola nación.
En este marco, considero que
el peruanismo de Roland Forgues nos muestra lo que ha aportado y aún puede
aportar la cultura occidental en relación con el espíritu libertario de la revolución
francesa y el igualitarismo marxista, pero también, dicho sea de paso, nos demuestra,
basado principalmente en sus estudios sobre el pensamiento de Arguedas y de
Mariátegui, que el mayor aporte que ha podido dar y sigue dando la cultura tradicional
indígena son sus diversas manifestaciones de “socialismo práctico”[14] donde los intereses
individuales y colectivos – parcela familiar, ayuda mutua y trabajo comunal- siguen
siendo una fuente importante de una nueva y renovada utopía socialista.
[1] “El
Sueño de lo Posible” - Carta abierta de Flores Galindo a sus amigos fechada en
agosto de 1989). El texto íntegro es reproducido por Roland FORGUES como
epílogo de su libro Perú. Entre el
desafío de la violencia y el sueño de lo posible. Lima. Minerva.1993. Págs.
371-372.
[2]
Véase: FORGUES, Roland. Libro de los
Manantiales-Diario de Viaje de los Pirineos a los Andes. Lima. San
Marcos.2006. Págs.13-34.
[3]
No he leído a Vallejo, aunque aún recuerdo que en el Colegio nos hacían
aprender de memoria, su poema más conocido, los Heraldos Negros. Sin embargo,
no puedo dejar de anotar que la gran impresión y admiración que siente Roland
Forgues sobre la obra de Cesar Vallejo lo llevó a criticar dura, radical pero
objetivamente, a la editorial parisina que publicó y tradujo al francés la obra
poética del vate peruano. Así, contrastando la traducción francesa de lo que
realmente decía Vallejo en su idioma, el español, Roland Forgues encuentra
tales errores que, comparando la labor de otro mal traductor, sostiene lo
siguiente: A todo aquel que conozca,
aunque incompletamente, y admire la obra poética de Cesar Vallejo, la lectura
de la versión francesa de su poesía completa no podrá dejarle de provocar
cierto malestar. Porque, en el fondo, la traducción de Gérard de Cortanze
resulta ser muchas veces a imagen y semejanza de la de aquel traductor (¿?) que tradujo el famoso
latinajo Res non verba (´hechos no palabras`) por la “vaca no habla”. Ídem.Pág.275.
[4]
En la larga lista de entrevistados figuran, entre otros, el expresidente
Fernando Belaúnde y el presidente en ejercicio, en ese entonces, Albert o
Fujimori, entre los políticos Lourdes Flores, Manuel Dammert, Héctor Béjar,
Henry Pease, Carlos Malpica, Ricardo Letts, académicos distinguidos como Carlos
I. Degregori, Aníbal Quijano etc. Véase:
FORGUES, Roland. Perú, Entre el Desafío
de la Violencia y el Sueño de lo Posible. Lima.Minerva.1993.
[5] Véanse
sus trabajos, José María Arguedas, del
pensamiento dialéctico al pensamiento trágico, historia de una Utopía,
Lima. Horizonte.1989 y Mariátegui. La
Utopía Realizable. Lima. Amauta 1995.
[6] FORGUES,
R. Óp. cit. Pág.14.
[7]
Así pasa, por ejemplo, en Mariátegui. La
Utopía Realizable donde Roland Forgues, a propósito de la cuestión negra,
reproduce parte de un canto de Martín Fierro, el personaje del escritor
argentino Gamarra, para destacar enseguida las diferencias que existían entre
la concepción de Mariátegui sobre esta materia y la que tenía este autor y
Sarmiento. La copla que reproduce Roland en la pág. 98 dice:
“A los blancos hizo Dios;
a los mulatos , San Pedro;
a los negros hizo el diablo
para tizón del
infierno”
[8]
Cabe recordar que una de las cuestiones que llamó la atención en el estilo de
exposición de sus trabajos fue el modo en que combinó lo antropológico con lo
literario de modo tal que, por ejemplo, al revisar su tesis doctoral sobre “Las
Comunidades de España y el Perú, nos encontramos con que mientras daba cuenta
de sus hallazgos en el terreno de la historia o de los resultados del trabajo
de campo, a su vez, traía a colación
canciones, poemas, cuentos etc. que ilustraban los parecidos culturales y luego
la diferencias que había entre las comunidades de España y el Perú.
[9]
Es importante el trabajo que hace Roland Forgues para encontrar en “Defensa del
Marxismo” y otros trabajos fundamentales de Mariátegui, el modo como defiende
las particularidades de nuestra realidad y su proyecto histórico y socialista
evitando la visión dogmática, mecanicista, etc., con la que se pretendía en ese
entonces, captar la realidad peruana en la perspectiva del socialismo. Véase: Mariátegui. La utopía Realizable. Lima.
Amauta 1995
[10]
No he encontrado adonde pertenecen estas palabras, pero tengo la seguridad de
haberlas leído en algún trabajo de Roland Forgues o escuchado en alguna de sus
conferencias.
[11] FORGUES,
Roland. 1995. Mariátegui. La Utopía
Realizable. Lima. Amauta S.A. Pág. 11.
[12]
En un libro que empieza con un estudio introductorio sobre la formación de las
naciones de centro y Sudamérica, planteando la problemática del encuentro y
desencuentro entre las civilizaciones y culturas de Europa y de esta parte del
continente Americano, Roland FORGUES reúne 16 ensayos correspondientes a
destacados escritores de México, Guatemala, Argentina, Paraguay, Colombia,
Nicaragua, Perú, Chile y Cuba. Véase: FORGUES, Roland. Palabra en el Viento. Ensayos sobre Nación e Identidad en América Latina.
París. Mare & Martin. 2004.
[13] FORGUES, Roland (Editor). Europa- América Latina al Alba del Tercer Milenio. Miradas Cruzadas. San Marcos. Lima. 2001.
[14]
Véase: FLORES GALINDO, Alberto. La Agonía
de Mariátegui. La polémica con la Komintern. DESCO. 1980. Sobre todo el
capítulo II donde documenta y revela el modo en que, a partir del estudio del
Incanato y la evolución del ayllu, transformado en comunidades desde la Colonia
y de la lucha de las comunidades,
Mariátegui define las especificidades del marxismo y el socialismo en el
Perú.
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