La enseñanza universitaria y el currículo por competencias
El pasado 5 de Septiembre, en la Facultad de Ciencias Histórico Sociales y Educación de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, fui invitado, como ex-profesor de sociología, a dialogar sobre las disposiciones según las cuales, "interpretando" la ley universitaria 30220, los docentes debían trabajar sus sílabus, el plan y el desarrollo de sus cursos, conforme a "módulos de competencia profesional".
Al respecto y considerando el papel fundamental que juega la investigación en la formación universitaria, en este caso en el campo de las ciencias sociales, sostuve que tal disposición o propuesta de las autoridades universitarias, basada en el artículo 40 de la ley 30220, era equivocada y contraria a la necesidad de estimular la investigación científica desde las aulas universitarias. Para ello me fundamenté en lo siguiente:
Las diferencias entre la Escuela y la Universidad
La concepción de la enseñanza bajo la modalidad de competencias corresponde al desarrollo de los métodos de enseñanza en el nivel escolar. Si se considera las importantes diferencias entre los fines y las condiciones de la educación escolar y lo que es propio de la Universidad, sin duda tal planteamiento, surgido de la Ley Universitaria, demuestra que nuestros legisladores desconocen la diferencia entre la Escuela y la Universidad. Mientras en la primera, el niño o el adolescente, requieren de la tutela del profesor y de la disciplina, en la segunda el estudiante requiere de la libertad para desarrollar su espíritu crítico, creativo en favor de la ciencia, la cultura y la sociedad (Villarán 1994: 51-.60).
Y esto último no se logra encerrando el proceso de enseñanza y aprendizaje en "cuadritos de competencias profesionales", pues los cursos y horas que bajo esta concepción se distribuirán en 17 semanas que dura cada ciclo; de acuerdo a la nueva ley universitaria van a estar determinadas por los requerimientos del mercado laboral, no por las necesidades de elevar el espíritu de los jóvenes estudiantes en el complejo y rico campo de la investigación científica. Bajo estas condiciones, el mayor peso de los cursos de formación profesional, impedirá que la investigación de profesores y estudiantes sea fundamental en la formación universitaria.
De este modo, los cursos supuestamente destinados a desarrollar el espíritu crítico y creador, necesarios para la investigación científica, según lo que sostuvo Augusto Salazar Bondy sobre la obra de Bachelard (1972: VII-XLVI), pasan a ser simplemente parte de los cursos obligatorios que deben llevar los estudiantes para cubrir los objetivos de los "módulos de formación profesional".
Tratar de obligar al profesor universitario para que sus cursos sean desarrollados bajo una modalidad que no corresponde al nivel y a los fines de la educación universitaria, lesiona gravemente la "libertad de cátedra" y los derechos que tanto el profesor como el estudiante tiene respecto de este principio. No es, por supuesto, para que el profesor haga lo que le de la gana, es para que profesores y estudiantes tengan la libertad necesaria para discutir y estudiar las diversas corrientes de pensamiento y los problemas que existen detrás de cada materia (León 1989:437-460).
De este modo, los cursos supuestamente destinados a desarrollar el espíritu crítico y creador, necesarios para la investigación científica, según lo que sostuvo Augusto Salazar Bondy sobre la obra de Bachelard (1972: VII-XLVI), pasan a ser simplemente parte de los cursos obligatorios que deben llevar los estudiantes para cubrir los objetivos de los "módulos de formación profesional".
La Libertad de Cátedra
Tratar de obligar al profesor universitario para que sus cursos sean desarrollados bajo una modalidad que no corresponde al nivel y a los fines de la educación universitaria, lesiona gravemente la "libertad de cátedra" y los derechos que tanto el profesor como el estudiante tiene respecto de este principio. No es, por supuesto, para que el profesor haga lo que le de la gana, es para que profesores y estudiantes tengan la libertad necesaria para discutir y estudiar las diversas corrientes de pensamiento y los problemas que existen detrás de cada materia (León 1989:437-460).
La libertad de cátedra, principio fundamental para desarrollar el conocimiento en su más alto nivel, para conectarnos en el plano del saber filosófico y científico, con lo que se ha avanzado y se discute en el mundo, debe permitirnos, a su vez, como se vuelve a postular desde las ciencias sociales, la necesidad de romper con el "eurocentrismo" que domina el camino de la ciencia y la cultura para crear un camino propio, un saber, que surja de la complejidad y las particularidades de lo que es y debe ser el Perú como nación, esto por supuesto sin olvidar la realidad latinoamericana y mundial (Lander 2000: 11-40).
La unidad de la investigación y la enseñanza en la Universidad
La investigación y la enseñanza universitaria, así definida e intervenida por el Estado es incompatible con el clima de libertad y necesario para desarrollar el espíritu crítico y creativo que le permita a la Universidad acrecentar el saber en favor del bienestar humano pero, a su vez, afecta lo medular de la autonomía universitaria, la no intervención del Estado, de su poder coactivo frente a la conducción y realización del trabajo universitario tanto en lo que se refiere a la investigación como a la formación que debe darse en las aulas de educación superior teniendo en cuenta el valor de nuestra pluralidad cultural, nuestras riquezas naturales y los aportes que históricamente hemos hecho al desarrollo humano.
El Currículum por competencias no es pertinente ni obligatorio.
En efecto, lo que se lee en el referido artículo 40 es lo siguiente: "Todas las carreras en la etapa de pregrado se pueden diseñar, según módulos de competencia profesional, de manera tal que a la conclusión de los estudios de dichos módulos permita obtener un certificado, para facilitar la incorporación al mercado laboral (el subrayado es mío)".
Cerrando este diálogo el moderador, profesor Carlos Reyes Aponte, recogiendo el sentir de los docentes de sociología y educación y atendiendo sus argumentos, coincidentes con el profesor ponente, señaló su disposición y la de los catedráticos allí presentes a trabajar sus sílabus conforme a la libertad de cátedra y sin sujetarse al "currículo por competencias".
Anotaciones finales:
Limitados por el tema, el currículo por competencias y la investigación universitaria, y por el tiempo del cual disponíamos, los profesores participantes del diálogo no pudimos extendernos más allá de lo previsto. Sin embargo, esto no fue obstáculo para que , aparte del evento académico, conversáramos sobre la problemática universitaria pero, sobre todo, reconociendo que debiera abordarse la necesidad de una reforma académica que reoriente y mejore radicalmente el proceso de formación que se da en la universidad y particularmente en el terreno de las ciencias sociales y humanas.
Al respecto y considerando que la actual ley y su implementación por SUNEDU tiende a reducir la educación universitaria a la formación de profesionales bajo una mirada y visión estrecha, sujeta al imperio del mercado y de la "razón instrumental", es necesario trabajar un planteamiento alternativo que, con la cooperación sistemática y ordenada de profesores y estudiantes, replantee la función de la Universidad y el modo en que debe organizarse su régimen académico y de gobierno poniendo remedio a sus viejos y nuevos males.
Esto exige liderar un movimiento académico que:
a) Formule un adecuado análisis de los problemas fundamentales que tiene la universidad en el aspecto académico, sea que se trate de la investigación, de los procesos de enseñanza-aprendizaje o de la educación en general y,
b) que, definidos estos problemas de modo consensuado y tomando debida conciencia del mismo, plantee aquellas medidas o acciones que en el corto, mediano y largo plazo deben darse, sin descuidar y motivar la participación de los estudiantes, objeto fundamental de la educación universitaria.
Estas medidas, dentro de un espíritu reformista y radical, deben considerar la necesidad de cambiar en efecto el sistema académico imperante que ha relegado de la formación del profesional universitaria, la investigación rigurosa científica, otras formas de saber que se encuentran en el campo de la filosofía, el arte, etc. y el vínculo de la comunidad universitaria con los problemas que nos plantea la realidad nacional y mundial en términos de lo que es la ciencia y la técnica, la cultura, el medio ambiente y el Estado de Derecho como utopía realizable de la democracia.
Referencias Bibliográficas:
LANDER, Edgardo. 2000. "Ciencias sociales, saberes coloniales y eurocéntricos". La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires. CLACSO. Consulta, 5/9/18. https://www.tni.org/files/download/La%20colonialidad%20del%20saber.%20Eurocentrismo%20y%20ciencias%20sociales.pdf
LEÓN, Ricardo. 1989. "Libertad de Cátedra: ¿Monopolio docente?" Themis, Lima, Nº 16.
SALAZAR B., Augusto. 1972 "Estudio Preliminar". El nuevo espíritu científico. Lima. UNMSM/Min. de Educación.
VILLARÁN, Manuel V. 1994 (1912). "Discurso" en III Congreso Internacional de estudiantes. La idea de la Universidad en el Perú. Lima. Universidad Ricardo Palma.
Al respecto y considerando que la actual ley y su implementación por SUNEDU tiende a reducir la educación universitaria a la formación de profesionales bajo una mirada y visión estrecha, sujeta al imperio del mercado y de la "razón instrumental", es necesario trabajar un planteamiento alternativo que, con la cooperación sistemática y ordenada de profesores y estudiantes, replantee la función de la Universidad y el modo en que debe organizarse su régimen académico y de gobierno poniendo remedio a sus viejos y nuevos males.
Esto exige liderar un movimiento académico que:
a) Formule un adecuado análisis de los problemas fundamentales que tiene la universidad en el aspecto académico, sea que se trate de la investigación, de los procesos de enseñanza-aprendizaje o de la educación en general y,
b) que, definidos estos problemas de modo consensuado y tomando debida conciencia del mismo, plantee aquellas medidas o acciones que en el corto, mediano y largo plazo deben darse, sin descuidar y motivar la participación de los estudiantes, objeto fundamental de la educación universitaria.
Estas medidas, dentro de un espíritu reformista y radical, deben considerar la necesidad de cambiar en efecto el sistema académico imperante que ha relegado de la formación del profesional universitaria, la investigación rigurosa científica, otras formas de saber que se encuentran en el campo de la filosofía, el arte, etc. y el vínculo de la comunidad universitaria con los problemas que nos plantea la realidad nacional y mundial en términos de lo que es la ciencia y la técnica, la cultura, el medio ambiente y el Estado de Derecho como utopía realizable de la democracia.
Referencias Bibliográficas:
LANDER, Edgardo. 2000. "Ciencias sociales, saberes coloniales y eurocéntricos". La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires. CLACSO. Consulta, 5/9/18. https://www.tni.org/files/download/La%20colonialidad%20del%20saber.%20Eurocentrismo%20y%20ciencias%20sociales.pdf
LEÓN, Ricardo. 1989. "Libertad de Cátedra: ¿Monopolio docente?" Themis, Lima, Nº 16.
SALAZAR B., Augusto. 1972 "Estudio Preliminar". El nuevo espíritu científico. Lima. UNMSM/Min. de Educación.
VILLARÁN, Manuel V. 1994 (1912). "Discurso" en III Congreso Internacional de estudiantes. La idea de la Universidad en el Perú. Lima. Universidad Ricardo Palma.