REFLEXIONES SOBRE EL DISCURSO PRESIDENCIAL DEL 28 DE JULIO
Después de un largo paréntesis en Catedra Libre, vuelvo a esta parte de la divulgación de mis estudios para presentar una serie de reflexiones surgidas a partir del discurso en el cual el actual Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, ha ofrecido realizar una "Revolución Social" que nos permita llegar al Bicentenario de la Independencia Nacional en un ambiente de paz, unidad y justicia social.
Al respecto, debo manifestar que las reflexiones que presento a continuación parten de lo avanzado en el estudio de los aportes de Roland Forgues a un mejor conocimiento de nuestra realidad, sus problemas y el "sueño de lo posible", destacando en particular los testimonios que, de importantes actores sociales y políticos, recogiera a comienzos de los 90 respecto de la grave crisis y la violencia política que vivimos en la década del 80 y parte de la del 90 y, asimismo, la respuesta que hubo por parte de los gobiernos de Belaúnde, Alan García y Fujimori, las organizaciones políticas y representantes del periodismo y la intelectualidad de ese entonces (1).
I La Revolución Social
Sin caer en el ideologismo del que trata de prevenirnos el Presidente de la República, conceptualmente la revolución social significa una transformación profunda, radical, de la situación económica, social, política, cultural inclusive, de una sociedad en un momento y tiempo determinado. Bajo este concepto la revolución social en el Perú implicaría cambiar aquellas cuestiones que entorpecen nuestro desarrollo y que generan, a su vez, situaciones de confrontación y violencia más o menos constantes, cuestiones que, dicho sea de paso son parte de las preocupaciones fundamentales del Presidente Kuczinky quien se ha puesto como meta de su gobierno llegar al bicentenario de la Independencia Nacional dando un "sí a la paz, sí a la unión, no al enfrentamiento, no a la división".
Pero la revolución social, en tanto plantea cambios fundamentales que modifican radicalmente la fisonomía de una sociedad, no es tal si acaso omite un aspecto fundamental de toda revolución, la transformación de las relaciones de poder y dominio que están en la base de los conflictos, la confrontación y la falta de equidad o justicia social. El Presidente Kuczynski no desconoce esto, pues al plantearse como tarea cumplir el sueño de los libertadores sostiene que este no es otro que el de la "libertad e independencia del poder foráneo para construir un país próspero bajo el imperio de la ley. Igualdad, equidad y fraternidad entre todos los peruanos."
Por supuesto ese es un sueño que compartimos o podríamos compartir la mayor parte de los peruanos, en especial los que se adhieren a los principios fundamentales de la democracia y su expresión filosófica y jurídica en el Estado de Derecho, Nadie podrá negar que precisamente las luchas por la independencia se orientaron contra el poder económico y político que ejercía en ese entonces el colonialismo español que, no sólo actuó duramente contra la sociedad y cultura originaria, indígena, sino también contra los "criollos" que constituían la nueva población que emergían como peruanos reclamando la libertad que ya otros pueblos habían conquistado.
Ahora bien, en el momento actual ¿cuáles son esos poderes o factores preponderante que limitan o impiden un desarrollo equilibrado, sostenible, donde uno de los ejes fundamentales sea el desarrollo humano -protección y promoción de los derechos humanos sin exclusiones- y otro, ligado al anterior, sea la protección del medio ambiente, en particular de la extraordinaria biodiversidad del país? No hay duda de que, luego de más de 25 años de políticas neoliberales impuestas desde la década del 90 por el régimen autoritario del ex-presidente Fujimori, quien ejerce el mayor poder económico, político, social y cultural sobre el funcionamiento del Estado y el desarrollo del país son las grandes empresas transnacionales que concentran y manejan el capital financiero y las dedicadas a las actividades extractivas principalmente en los sectores minero y de hidrocarburos.
Ello, como bien se conoce, ha empobrecido y llevado a sus extremos las brechas sociales preexistentes, la inequidad, provocando, a su vez, graves episodios de confrontación y violencia, poniendo de manifiesto la discriminación y la violencia que aún se ejerce contra las culturas nativas u originarias del país. Por otra parte, ese poder ha conseguido que los gobiernos, bajo el pretexto de modernización y reforma del Estado, ha logrado que éste se reorganice de tal modo que siendo débil en la defensa o protección de los derechos fundamentales de la población, hoy es fuerte para reprimir los movimientos sociales y, sobre todo para defender los intereses de las empresas transnacionales a las que he hecho referencia.
La ausencia o la falta de mención de este asunto fundamental como parte de una revolución social que siga la línea libertaria de quienes forjaron la independencia me permiten afirmar que la "revolución social" que nos ofrece el Presidente Kuczynski en el discurso con el que inaugura su mandato no es tal y que, en todo caso, lo que busca es tener aliados o buscar compatibilidades con el populismo de Fuerza Popular y el izquierdismo del Frente Amplio a fin de evitar, neutralizar o aminorar la anunciada oposición que proviene de estas fuerzas políticas.
Por supuesto ese es un sueño que compartimos o podríamos compartir la mayor parte de los peruanos, en especial los que se adhieren a los principios fundamentales de la democracia y su expresión filosófica y jurídica en el Estado de Derecho, Nadie podrá negar que precisamente las luchas por la independencia se orientaron contra el poder económico y político que ejercía en ese entonces el colonialismo español que, no sólo actuó duramente contra la sociedad y cultura originaria, indígena, sino también contra los "criollos" que constituían la nueva población que emergían como peruanos reclamando la libertad que ya otros pueblos habían conquistado.
Ahora bien, en el momento actual ¿cuáles son esos poderes o factores preponderante que limitan o impiden un desarrollo equilibrado, sostenible, donde uno de los ejes fundamentales sea el desarrollo humano -protección y promoción de los derechos humanos sin exclusiones- y otro, ligado al anterior, sea la protección del medio ambiente, en particular de la extraordinaria biodiversidad del país? No hay duda de que, luego de más de 25 años de políticas neoliberales impuestas desde la década del 90 por el régimen autoritario del ex-presidente Fujimori, quien ejerce el mayor poder económico, político, social y cultural sobre el funcionamiento del Estado y el desarrollo del país son las grandes empresas transnacionales que concentran y manejan el capital financiero y las dedicadas a las actividades extractivas principalmente en los sectores minero y de hidrocarburos.
Ello, como bien se conoce, ha empobrecido y llevado a sus extremos las brechas sociales preexistentes, la inequidad, provocando, a su vez, graves episodios de confrontación y violencia, poniendo de manifiesto la discriminación y la violencia que aún se ejerce contra las culturas nativas u originarias del país. Por otra parte, ese poder ha conseguido que los gobiernos, bajo el pretexto de modernización y reforma del Estado, ha logrado que éste se reorganice de tal modo que siendo débil en la defensa o protección de los derechos fundamentales de la población, hoy es fuerte para reprimir los movimientos sociales y, sobre todo para defender los intereses de las empresas transnacionales a las que he hecho referencia.
La ausencia o la falta de mención de este asunto fundamental como parte de una revolución social que siga la línea libertaria de quienes forjaron la independencia me permiten afirmar que la "revolución social" que nos ofrece el Presidente Kuczynski en el discurso con el que inaugura su mandato no es tal y que, en todo caso, lo que busca es tener aliados o buscar compatibilidades con el populismo de Fuerza Popular y el izquierdismo del Frente Amplio a fin de evitar, neutralizar o aminorar la anunciada oposición que proviene de estas fuerzas políticas.
Nada de esto pretende restar importancia a algunas de las políticas anunciadas por el Presidente, entre ellas las de salud y educación o el propósito de equilibrar crecimiento económico y desarrollo humano, pero si ubicar lo anunciado en su verdadera dimensión política. No se trata de medidas que son parte de una "revolución social", menos de una renovación de los sueños libertarios de los gestores de la independencia nacional en 1821, es solo un ejercicio demagógico que políticamente busca encubrir y edulcorar la forma en que va a tratar de resolver la crisis y los conflictos que afectan hoy al modelo neoliberal que desde la década del 90 fuera impuesto por el fundador del Fujimorismo, hoy representado por Fuerza Popular.
Ah¡ Por último y sin que esto sea menos importante que lo ya señalado. ¿Cómo va a hacer el Presidente Kuczynski para llevar adelante una "revolución social" sin un partido y/o un movimiento social que le de la fuerza necesaria para cambiar el orden vigente de poder, el statu quo establecido bajo el dominio de políticas neoliberales que han sometido el poder político al poder económico de las transnacionales, que han aumentado las desigualdades sociales debilitando, a su vez, las posibilidades de progreso democrático y el fortalecimiento de un Estado Democrático, Social y Constitucional de Derecho?.
Con un equipo de tecnócratas, que en su biografía política no son parte del movimiento popular o de sus reivindicaciones, tratando de quebrar resistencias en el Fujimorismo, fuerza mayoritaria que defiende el modelo de sociedad que hoy tenemos, la idea de "revolución social" es, en el mejor de los casos, un ensayo demagógico sin ningún asidero en la realidad o, en el peor de los casos, una idea fantástica del Presidente Kuczynski que influida por los superhombres que crea "Hollywood" lo ha llevado a considerar que él, solo, a modo de una especie de superhéroe, puede prescindir del o los movimientos sociales que históricamente están detrás de toda revolución.
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1) Véase en este mismo Blog el avance del estudio de la obra socio-política de Roland Forgues: "Aprender la Audacia de Soñar lo Posible" publicado el 16 de mayo de 2016.
Ah¡ Por último y sin que esto sea menos importante que lo ya señalado. ¿Cómo va a hacer el Presidente Kuczynski para llevar adelante una "revolución social" sin un partido y/o un movimiento social que le de la fuerza necesaria para cambiar el orden vigente de poder, el statu quo establecido bajo el dominio de políticas neoliberales que han sometido el poder político al poder económico de las transnacionales, que han aumentado las desigualdades sociales debilitando, a su vez, las posibilidades de progreso democrático y el fortalecimiento de un Estado Democrático, Social y Constitucional de Derecho?.
Con un equipo de tecnócratas, que en su biografía política no son parte del movimiento popular o de sus reivindicaciones, tratando de quebrar resistencias en el Fujimorismo, fuerza mayoritaria que defiende el modelo de sociedad que hoy tenemos, la idea de "revolución social" es, en el mejor de los casos, un ensayo demagógico sin ningún asidero en la realidad o, en el peor de los casos, una idea fantástica del Presidente Kuczynski que influida por los superhombres que crea "Hollywood" lo ha llevado a considerar que él, solo, a modo de una especie de superhéroe, puede prescindir del o los movimientos sociales que históricamente están detrás de toda revolución.
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1) Véase en este mismo Blog el avance del estudio de la obra socio-política de Roland Forgues: "Aprender la Audacia de Soñar lo Posible" publicado el 16 de mayo de 2016.
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