En estos días a raíz de lo ocurrido en el Proyecto Minero "Las Bambas" con el resultado de la muerte de un campesino y varios heridos entre civiles y policías, sostuve, con un compañero con el que compartimos experiencias en el Grupo de Diálogo Minería y Desarrollo Sostenible, un rápido y franco debate sobre las raíces del conflicto suscitado entre las comunidades de Cotabambas en la Región Apurimac, la Empresa China a cargo del Proyecto y el Estado.
Aunque, como se notará, el diálogo que transcribo con algunos arreglos en la redacción, sostenido en una red social que analiza este tipo de conflictos en Facebook, no es amplio me parece útil para ver la forma en que se argumenta a favor de una u otra explicación de lo que motiva estos conflictos que acompañan la apertura que, desde la década del 90, dio a la inversión minera.
Debo destacar que no es la primera vez que discuto con este compañero en el plano político exponiendo nuestros puntos de vista. Valoro en ello la franqueza con que siempre se expresa Humberto y desde luego su tolerancia frente a las ideas ajenas. Aún cuando no lleguemos a un acuerdo, creo que esta forma de dialogar entre puntos de vista opuestos fortalece la necesaria cultura democrática que debemos cultivar para evitar cualquier proyecto autoritario.
He aquí, sin más preámbulos, lo que sostuvimos sobre las raíces del conflicto minero en las Bambas:
Aunque, como se notará, el diálogo que transcribo con algunos arreglos en la redacción, sostenido en una red social que analiza este tipo de conflictos en Facebook, no es amplio me parece útil para ver la forma en que se argumenta a favor de una u otra explicación de lo que motiva estos conflictos que acompañan la apertura que, desde la década del 90, dio a la inversión minera.
Debo destacar que no es la primera vez que discuto con este compañero en el plano político exponiendo nuestros puntos de vista. Valoro en ello la franqueza con que siempre se expresa Humberto y desde luego su tolerancia frente a las ideas ajenas. Aún cuando no lleguemos a un acuerdo, creo que esta forma de dialogar entre puntos de vista opuestos fortalece la necesaria cultura democrática que debemos cultivar para evitar cualquier proyecto autoritario.
He aquí, sin más preámbulos, lo que sostuvimos sobre las raíces del conflicto minero en las Bambas:
I
Sobre el centro del Conflicto en las Bambas
Humberto:
Lamento mucho la muerte de otra
persona que es usada como carne de cañón en la supuesta lucha del pueblo, de la
defensa del ambiente y de los derechos de nuestras comunidades...cuando solo es
la lucha antiminera, ideológica, antisistema, politiquera, por su chamba, o sus
intereses económicos y muchas veces por sus lentejas.....
Alfredo:
Estimado Humberto: Lamento, al igual
que tú, esta muerte que ocurre en medio de un conflicto ya anunciado y que se
inicia con la decisión de la Empresa de la "República Popular China"
de cambiar la construcción de un mineroducto para el traslado del mineral y
evitar los riesgos de contaminación por el uso del transporte terrestre que no
estaba estipulado en el EIA del Proyecto Minero “Las Bambas” y los compromisos contraídos
con las comunidades.
Este es el origen del problema, la
transnacional china, procedente de una cultura que desconoce los derechos
humanos y uno de los países que más contamina en el mundo, prefiere ahorrar la
inversión en un minero-ducto sin importar los derechos territoriales y a una
vida digna y saludable de la población andina. Es un típico caso donde el
Estado, por proteger los intereses de esta empresa olvida que, conforme al
Estado de Derecho, su primera obligación es proteger los derechos humanos y, por
justicia, a quienes se encuentran en mayor desventaja social, económica y
política.
Aquí mi estimado Humberto no es el
fondo del asunto posiciones antimineras o promineras, unos que odian la
inversión capitalista y otros que se humillan ante ella. El asunto es que se
violan, en nombre del crecimiento económico, elementales reglas
que preservan los derechos humanos y el medio ambiente como en este caso el
Derecho a la Consulta previsto en el Convenio 169, donde el Estado, en lugar de
sancionar a las empresas que incumplen con esta norma, manda reprimir a quienes
se movilizan por sus derechos.
Por esa razón, estoy resueltamente a
favor del movimiento que reclama por los derechos de los pueblos indígenas. No
cabe otra cosa para quienes nos adherimos al espíritu libertario, humanista,
que hay detrás de los forjadores de la Democracia y el Estado de Derecho.
Abrazos
II
Argumentos y contra-argumentos sobre el sentido del conflicto
Humberto:
Como Ud. sabe el cambio de EIA, muy
mal manejado por la empresa, el gobierno nacional, las autoridades y líderes
locales y regionales, se debe a varios factores, no solo económicos, como se insinúa,
no solo fue por la nueva empresa china, sino la oposición al mineroducto de las
comunidades de Espinar, que antes no se oponían cuando eran socios en
Antapacay; y el reclamo ahora, de las comunidades alrededor de la nueva vía, más
que ambiental, es por recibir nuevos beneficios por esos cambios.
Todos son temas que se pueden
resolver sin necesidad de matarse, si se respeta leyes y la autoridad. Es la
realidad de pobreza y miserias históricas, las que violan algunos preceptos y
paradigmas, a veces mucha teoría que le sirven solo a algunos y como discurso políticamente
correcto...porque, por ejemplo, resulta que esa "cultura" y política
de la transnacional china, se asienta en la misma posición ideológica y
violentista, que tienen la mayoría de los dirigentes políticos que se oponen a
la minería.
En su lucha ideológica y antisistema,
son marxistas, maoístas y mucho social confuso que los apoyan y que terminan a
veces de militontos de supuestas causas justas, o buscando sus lentejas; es por
eso, que por encima de mis críticas y cuestionamientos, a los errores
cometidos, y hasta irregularidades que se deben corregir y sancionar, estoy
resueltamente a favor de que se realice ese proyecto minero, con respeto al
derecho de todos, o sea de los 30 millones de peruanos; no debemos perder esta
oportunidad.
Que haya dialogo, pero que se cumpla
la ley, que se respete la autoridad y se reconozca que mis derechos, e
intereses, terminan donde comienza los derechos de los demás...así de sencillo;
entiendo perfectamente sus principios y buenas intenciones, por eso insisto en
que Ud. entienda que no buscamos, ni quiero un crecimiento económico, injusto,
a cualquier costo, sin escrúpulos, porque crecimiento económico, que apunta a
desarrollo sostenible significa salvar vidas, dar mejores condiciones de vida e
iguales oportunidades a millones de peruanos; saludos
Alfredo:
Estimado Humberto. Como siempre
abierto al diálogo y el debate de ideas y; que bueno, empezando por el final de
tu respuesta, que estemos de acuerdo en que toda inversión, positiva para el
crecimiento económico, se desarrolle dentro de los principios del desarrollo
sostenible que tiene como su eje fundamental los derechos humanos, .
Ello sin embargo se contradice con lo
que afirmas en tu respuesta a mi comentario. Puntualmente observo lo siguiente:
Primero, admites
que ha habido un mal manejo en los cambios del EIA en cuanto a reemplazar el
mineroducto por el transporte en camiones del mineral extraído de las Bambas,
pero no reconoces que esto implica haberse desconocido el derecho de los
pueblos afectados a la Consulta Previa, proceso que forma parte de los derechos
codificados y reconocidos por el Estado Peruano tras el Convenio 169 vigente.
Segundo,
pasando por alto los derechos de estos pueblos, pobres, indígenas etc. sostienes
que estos solo buscan beneficios, a pesar de que es público que el reclamo de
estas comunidades era por qué no se les había hecho la consulta conforme a sus
derechos. Si acaso obtienen algún beneficio o compensación por los daños que
provoca el tránsito pesado y continuo de minerales en sus territorios, es obvio
que debe haber la indemnización o beneficio que les pueda corresponder. Eso
está considerado en nuestras leyes y en el Convenio ya citado.
Otra vez,
insisto, el tema se ubica entre los intereses gananciales de la transnacional
China y los derechos de las comunidades cuyo medio ambiente será alterado por
esta modificación inconsulta e ilegal del EIA. Dicho sea de paso esto,
promovido por la transnacional es una falta de respeto al Estado Peruano y su
legislación en materia de derechos humanos y protección del medio ambiente.
Por último,
estimado Humberto, es cierto que las mayorías y minorías tienen sus derechos,
pero no es cierto y allí cometes un grave error, que las mayorías puedan -en
democracia- imponer sus derechos sobre las minorías, esto quiere decir que
los "otros" la minoría indígena a la que te refieres, no puede
ser atropellada por los derechos de la mayoría.
Todos tenemos
iguales derechos, las mayorías y las minorías sino sencillamente lo que hacemos
es fomentar el autoritarismo que es la otra cara del violentismo y en este caso
concreto de la discriminación que pesa sobre las minorías étnicas del país.
Otra vez, gracias
por estar abierto al debate, pues ello nos ayuda a esclarecer
nuestras ideas en favor de la democracia y el desarrollo sostenible